La lejía doméstica es efectiva para la desinfección de superficies donde pueda haber virus:
- Superficies que se tocan con frecuencia: mesas y sillas de trabajo, ordenadores y ratones, herramientas de trabajo, etc.
- Pomos de las puertas.
- Superficies del baño y el inodoro.
- Grifos.
Para que la lejía sea eficaz hay que limpiar previamente las superficies con bayetas húmedas, para recoger el polvo y otras impurezas que limiten o impidan su acción. Después se limpiarán esas mismas superficies con otra bayeta humedecida en una disolución de lejía al 1:50.
¿Cómo preparar la lejía al 1:50?
- Tomar 20 ml de lejía corriente (un tapón), no importa la marca.
- Echarlo en una botella de 1 litro.
- Rellenar la botella con agua del grifo hasta completarla.
- Cerrar y agitar varias veces para mezclar.
IMPORTANTE: Preparar la mezcla el mismo día de uso, pues pierde eficacia en unas horas
Mojar una bayeta limpia con esta disolución para desinfectar las superficies. Limpiar la bayeta con agua del grifo tras cada uso y vuelva a impregnarla con esta disolución de lejía. Utilizar guantes durante la aplicación.